Un proceso de 16 años: HRC se prepara para el regreso a WorldSBK
La última vez que Honda presentó un equipo de fábrica en WorldSBK fue en 2002
Los detalles aún son escasos, pero la noticia principal ya es conocida: Honda Racing Corporation será parte del Campeonato del Mundo FIM Superbike en 2019. En el reciente salón EICMA, HRC anunció su asociación con Althea y Moriwaki en un proyecto que llevará al fabricante japonés a colocar dos Fireblades apoyadas por la fábrica en la parrilla del próximo año.
Leon Camier y Ryuichi Kiyonari serán los encargados de llevar la CBR1000RR SP2 a un nuevo nivel en 2019. Honda buscará su primera victoria en una carrera desde 2016, así como su primer título desde 2007. Si la involucración pasada de HRC en el campeonato sirve como referencia, la Fireblade pronto podría ser un rival temible para las ZX-10RR o las Panigale V4 R, sólo hay que volver la vista a 2002, su última temporada en WorldSBK con carácter oficial.
Colin Edwards, Castrol Honda HRC y la VTR1000: en el cambio de milenio, esta fue quizás la asociación más emblemática en World Superbike, igualada solo por el tándem formado por Troy Bayliss y sus Ducati. El ‘Tornado de Texas’ ganó su primer campeonato mundial en 2000 tras sumar ocho victorias; un año después le tocó el turno a Bayliss, que disputaba su primera temporada completa en WorldSBK.
Con un título cada uno, la temporada 2002 prometía ser una aventura inolvidable, y lo fue. Bayliss ganó 14 de las primeras 17 carreras y parecía destinado a ganar un segundo título consecutivo, pero el contraataque tardío de Edwards y Honda situó al brillante estadounidense un punto por delante en la clasificación al llegar al Round final, en Imola. Edwards ganó la Carrera 1 tras una batalla en dos partes con bandera roja de por medio.
La segunda carrera sería la última carrera del HRC en el campeonato. Si os suena lo del ‘Duelo en Imola', ya sabéis lo que pasó, y hay poco más que agregar (y si no es así, siempre se puede recuperar la carrera completa con nuestro VideoPass). Edwards y Bayliss pelearon codo con codo durante toda la carrera, se tocaron, empujaron más allá de los límites de sus motos. El segundo puesto era técnicamente suficiente para que el tejano ganara el título, pero aún así lo arriesgó todo en una vuelta final legendaria para pasar junto a la bandera de cuadros en la primera posición.
Ese momento triunfal fue el canto del cisne de Edwards y HRC en WorldSBK, un final perfecto para cerrar su participación en el campeonato. Pero mientras que el estadounidense está ahora felizmente retirado, HRC está lejos de haber dicho su última palabra en World Superbike. En Phillip Island, se reunirá con el resto de los equipos en la pista por primera vez con carácter oficial en más de dieciséis años, y lo hará para crear recuerdos similares a los de su glorioso pasado desde el primer momento.
Recupera más carreras épicas como el clásico de Imola y sigue la temporada 2019 al completo con el VideoPass WorldSBK.
